lunes, 30 de marzo de 2020


Jugando jugando, vamos terminando...


    La experiencia de este curso ha sido todo lo que esperaba y más. Conocí la punta de un iceberg que habrá que ir descubriendo con disciplina para poder tener recursos hacia el futuro tecnológico que nos espera como educadores y sujetos parte de una sociedad tecnológica. Calcular el alcance que pueden tener las iniciativas digitales en mi propia práctica docente será el verdadero reto. Trabajo en contexto rural y no todos los alumnos tienen conectividad en sus hogares, por lo que tengo que detenerme a reflexionar y generar estrategias de acción que puedan ser beneficiosas para todos ellos.



    Lo primero que hice concretamente fue leer la actividad a realizar, me pareció una propuesta divertida y dinámica. Luego comencé a indagar la información que nos brindaron y me entusiasmaron los apoyos multimediales que acompañaron al corpus teórico. Supongo que ahora tendré mucho que leer e investigar en esta cuarentena. 

    Una vez que leí el material me dispuse a hacer mi propio rosco y descubrí lo fácil de confeccionar actividades para los alumnos desde la plataforma Educaplay. De seguro la utilizaré  a corto plazo teniendo en cuenta que estamos en formación a distancia obligatoria. Algunas letras fueron más fáciles de ubicar conceptualmente que otras pero logré concluir con la actividad. Después copié el link correspondiente y se lo envié a mi hermano de veinte años para que lo resolviera. Desde luego que no pudo resolver algunas entradas porque no ha realizado este curso, pero en su gran mayoría tuvo éxito y le llamó la atención la propuesta.
Me entusiasmé jugando más de lo que pensé :)
    
    Finalmente me dispuse a resolver dos roscos de compañeros del grupo PracTICando. En este punto debo decir que me llamó nuevamente la atención un aspecto que ya había tocado una fibra sensible en mi; compañeros con complicaciones de comprensión lectora y faltas ortográficas. Ser puntillosa al respecto es un defecto innato con el que cargamos los profes de Lengua y por eso agradezco muchísimo al equipo docente del curso en resaltar este punto en el texto conclusivo del módulo dos. Como formadores, es INDISPENSABLE ser cuidadosos en la ortografía, la redacción y por añadidura, en la comprensión lectora.

    Luego de las primeras impresiones, destaco que vi un trabajo comprometido de parte de mis compañeros. Docentes de distintas franjas etarias dedicaron tiempo y esfuerzo a retarse a ellos mismos y a intentar adapatarse pedagógicamente al futuro. Esto me despierta mucha admiración por ellos. 
    
    Dejo mi link del juego a continuación y espero que sea disfrutable. No me queda más que agradecer y aplaudir desde mi lugar de alumna... ¡Muchas gracias! 

https://es.educaplay.com/recursos-educativos/5336042-tendencias_metodologicas_tic.html

martes, 24 de marzo de 2020

Competencias docentes digitales e incompetencias personales




La primera reacción que me surgió ante la lectura ingenua de la consigna de trabajo.


    ¿Fácil? No. Considero que el equipo que gestiona y confecciona las actividades para el curso realmente es un grupo dispuesto a desafiarnos para desestabilizarnos de nuestra zona de confort. Nada menos de lo que me esperaba. Aun así no vi venir que me vería un poco abrumada al ver la consigna de la actividad número tres.

    Confieso abiertamente que soy la persona más desorganizada del mundo. Tuve que leer "La magia del orden" de Marie Kondo para aprender a ordenar mi casa y tratar de mantenerla visualmente organizada. Por lo que al visar los trabajos de mis compañeros y mapas mentales perfectamente dispuestos en organización gráfica, tuve un mini ataque de pánico (risas). Luego, me vi a mí misma diciéndole a mis alumnos "Si no comprenden la consigna, antes de preguntarme, intenten releerla al menos cinco veces" y observé cómo la vida nos devuelve las palabras que largamos al viento en un mágico búmeran. Inmediatamente entendí que el primer obstáculo que me impediría concretar la tarea después de sentirme apabullada por ella, sería vencer mi propia capacidad innata a la procrastinación... dejo a continuación una especie de mapa mental orientativo para quien no sepa de qué se trata.



    A continuación, y luego de leer todo el material, me dispuse a utilizar Mindomo para confeccionar el mapa mental. Al adentrarme de a poco en el uso de la herramienta digital temí por mi salud mental. Es de lo más ineficaz para el producto a confeccionar. Sentí que para proyectos futuros, buscaría otro insumo. El manejo del mismo resultó engorroso y tediosos por decir poco. La disposición de las líneas conectivas no tiene coherencia ni fácil manejo, los elementos no tienen la fluidez necesaria sobre el lienzo de trabajo y las opciones llamativas implican costo económico. Estos son algunos de los inconvenientes que tuve.



    A pesar de lo dicho, la tarea fue concretada y espero que también esté correcta. Me gustan los desafíos que demarcan una manera distinta de estructurar mi realidad, pero esto definitívamente no me lo esperaba. Es de destacar además que se da en un contexto de emergencia sanitaria que nos predispone anímicamente en todo sentido. Pero esto también le agrega un plus de valor práctico a la propuesta. Abstraernos por unas horas de lo que nos aqueja como sociedad para aprender alternativas para construir una nueva desde el conocimiento, es un buen aliciente. 

    Las competencias digitales se me hacen interesantes para seguir ahondando en su contenido y su optimización. A su vez, caer en cuenta de aquello que desconozco y que es muy necesario para ser buena mediadora del conocimiento para mis alumnos, me figuró un interesantísimo autoanálisis. Me recordó, por ejemplo, que desde hace años vengo con la idea de aprender programación para trabajar los contenidos de mi materia en clases. Asignatura pendiente y recobrada desde la idea en este trabajo ¿Conclusión? Si bien no será fácil seguir en este camino de adquisición de competencias digitales, de seguro será apasionante.




Link a mi mapa mental https://www.mindomo.com/mindmap/7de1552866de407c84762933b5dce01a





jueves, 19 de marzo de 2020


Como a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor… ponele.

    Meditando un poco en las palabras del video propuesto de Manuel Castells y adicionando otro titulado “Escuela e internet”, surgen más interrogantes que respuestas. Surgen desde el rol docente que me interpela desde hace diez años. Me siento como nacida al comienzo de la eclosión de la era digital y educada dentro del canon formativo tradicional. Por lo tanto, cuando el sociólogo invita a reflexionar acerca de una realidad encabezada por un término que llegó para quedarse: empoderamiento, presiento que mi zona de confort se resiente.

    Manuel habla puntualmente de empoderamiento intelectual. Con este concepto es con el que me quedo y empiezo a desarrollar el tema de mi entrada, el desafío de intentar en los alumnos este empoderamiento intelectual a través de la tecnología y su vez, reconocer que se requiere también de un porcentaje del statu quo educativo en las aulas.

    Cuando Castells analiza la realidad y habla de la necesidad de romper con las relaciones verticales de poder, claramente pide desmembrar un sistema que durante siglos ha funcionado y se ha validado como eficiente. Vuelvo y repito, sistema en el que fui formada y que aprehendí durante mis años de educación universitaria. Claro está que ya no se puede seguir absolutamente igual a como se viene trabajando hasta la actualidad; ha evolucionado la forma de interacción entre nosotros como personas y como sociedad. La tecnología lo ha hecho posible y como consecuencia nuestros alumnos también han sido afectados por esa "mutación" si se me permite el término. Nuestros alumnos ya no receptan la típica clase magistral de la misma manera en que hace unas décadas atrás se hacía. Esto de romper con las relaciones verticales de poder para que en el hecho educativo se gesten relaciones de interacción y que esta interacción sea un desafío para educandos y educados, realmente se ha convertido en una utopía interesante de pensar.


     Siguiendo con el planteamiento del sociólogo, las tecnologías vienen a cumplir un rol medular. El acceso a la información documentada en internet y la interactividad que puede ampliar el bagaje de conocimientos de una persona, es el punto del que parte Castells para asegurar que es imperativo que dejemos de “enseñar en analógico” y caer en cuenta de que los alumnos viven en “la era digital”. Por esto es que asegura que “no es que los jóvenes no quieran estudiar, es que se aburren de lo que les cuentan en clase”. Por lo tanto, se produce en ellos una “disonancia cognitiva”, causante de que se nos dificulte tremendamente la tarea a los profesores al percibir la abulia y la apatía presente en nuestros alumnos, y a su vez, ellos sientan como obligación tediosa la necesidad de concurrir a “la institución que educa”.


    Ahora bien, como todo lo que tiene sus pros y sus contras, enseñar en digital (en total concordancia con los estímulos recibidos por nuestros jóvenes a diario), tiene sus pros y sus contras. El sociólogo ya nombrado nos habla del concepto de “multitasking” (término prestado de lo informático por cierto) como muy favorable. Este proceso se utilizaría como  como herramienta de una capacidad prometedora: la recombinación. Esta capacidad es la que les permitirá a los adultos de hoy y del mañana recombinar información para actuar en diversos ámbitos al mismo tiempo y para gestionar la habilidad de crear. El cimiento de la creatividad es la recombinación según Castells, y esta creatividad se necesita en todos los ámbitos en los que se desarrolla una persona. Sin embargo, y para nombrar el aspecto no tan feliz del multitasking, se ve afectada la capacidad de memorizar, recurso que también es de importancia notable independientemente del ámbito en el que se desenvuelva un sujeto.   


    Por lo tanto, y para condensar, es absolutamente necesario caer en cuenta que el uso de tecnologías en la enseñanza tiene que tener en mira favorecer al empoderamiento intelectual. Que este empoderamiento produzca que la adquisición y búsqueda del conocimiento sean actividades abrazadas desde la emoción y el interés. Nuestra tarea como docentes mediadores se pone en cuestionamiento y en instancias de repensar nuestras actividades diarias.

A su vez, y sin haber ahondado demasiado en el tema que tiene mucha tela para cortar, es también importante reconocer que hay capacidades que indiscutiblemente se gestan y se consolidan desde el “aprendizaje analógico”. Por ende, y eh ahí el quid de la cuestión, el equilibrio entre lo analógico y lo digital, quizá podría llegar a ser la clave de un cambio educativo que arroje resultados interesantes.


Espero haber sido lo suficientemente clara y evoco al profesor Jirafales como arquetipo docente para agradecerles la atención.
















jueves, 12 de marzo de 2020

BITÁCORA DE VIAJE

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 Me presento...

            Mi nombre es Andrea Díaz Marco y soy profesora de Lengua y Literatura por la UNCuyo. Soy docente desde hace diez años en el nivel medio. He tratado desde que me recibí de especializarme constantemente y de alimentar las ganas de incorporar nuevos conocimientos. Espero que este curso de formación en educación y tecnologías sume como un sólido eslabón de una interesante cadena de recursos aprehendidos como formadora.
           En la cadena supracitada, tengo una especialización en escritura y literatura y una diplomatura como correctora de textos. Por lo tanto, emprender este curso de TIC es una interesante manera de salir de mi zona de confort y abrirme a nuevas (y necesarias) experiencias enriquecedoras. 
          Doy comienzo a este viaje desde el nombre del blog como Liternauta en una clara referencia al mito de Jasón, ese héroe viajero que se aventuró con tenacidad y fue protagonista de experiencias fascinantes.