¡Infografía!

   La propuesta para trabajar con competencia informacional fue la confección de una infografía. Ni bien leí la consigna mi mente conectó con la app Canva que tan útil es para las clases virtuales... ¡Qué dicha cuando fue el programa sugerido de trabajo! La zona de confort siempre es bienvenida (risas). 

   Lo interesante de las infografías es el nivel de condensación que hay que lograr para poder expresar ideas en pocas palabras. Si bien no fue difícil, tampoco puedo decir que fue pan comido. Reducir conceptos tan ricos a unas cuantas expresiones con apoyaturas gráficas no fue un proyecto demasiado claro en mi mente en un principio.

   Debo reconocer que encontré un cauce gráfico al ver una de las plantillas propuestas por Canva; una del sistema solar y sus respectivas órbitas. Entonces se me prendió la famosa lamparita y pensé en el entorno digital de aprendizaje como un sistema organizado en el que los elementos que orbitan son interdependientes y se necesitan para forjar un sistema funcional. Así, por ejemplo, sin un docente con una mirada constructivista de los aprendizajes y sin una actitud mediadora de los mismos, podría truncar el propósito del entorno educativo digital.

   Coloqué en el centro del "sistema solar" al alumno, del que se parte para esbozar y poner en marcha el resto de los elementos a trabajar. Con base en el alumno, se media la información, se trazan líneas de comunicación posibles y se piensa en desarrollo de competencias y aprendizajes. 

   

   La elección de las imágenes respondió a pensar en ayudas visuales que fuesen icónicas de ciertas ideas afines a lo leído en el módulo uno. Respecto al rol docente, por ejemplo, lo pensé desde lo gráfico como un nexo, como un guía de camino... por eso vinieron a mi mente imágenes como la brújula, el planeta o las piezas de rompecabezas para su tarea de ensamblaje del conocimiento.

   A continuación agrego la infografía y espero las respectivas críticas que siempre son constructivas.

Reflexión sobre los contenidos del módulo uno

   Entendiendo que los requerimientos educativos están cambiando (sobre todo de manera forzada en esta pandemia), como docente me replanteo el desempeño diario. El módulo uno me hizo comprender que el ambiente digital educativo va más allá de un aula virtual o de insertar un video en una clase cada tanto. Por esto es que me pareció importantísimo rescatar en esta entrada los parámetros que debe tener un ambiente digital, pensando siempre en abrir vías de interacción:

   

• Facilitar procesos de aprendizaje basados en la actividad y construcción del conocimiento. 
• Incorporar materiales didácticos caracterizados por presentar el conocimiento mediante lenguajes y formatos variados, como textos, imágenes, audiovisuales, animaciones.
• Proporcionar escenarios de comunicación e interacción social variados y en permanente interacción entre los estudiantes y el docente.

   El interrogante que surge con base en los puntos anteriores es ¿Cómo? ¿Cómo logro visibilizar en qué me equivoco o en qué puedo potenciar mis esfuerzos dependiendo del grupo de alumnos que tenga? ¿Cuánto y cómo mediar lo que quiero enseñar?

   

   La respuesta se dio en la teoría con el concepto de Diseño instruccional:

                                   

  
   Partiendo del gráfico, puedo apreciar cómo los elementos tienen como eje central la evaluación docente, que es la que en todo momento arrojará los datos necesarios para someter a análisis y dará el criterio para el diseño, desarrollo e implementación de las medidas a tomar en el ámbito virtual. Lo que en lo personal me lleva al tema "rúbricas" tan recurrido en estos últimos años de transformación curricular. 
   
    La evaluación como punto de partida y llegada para facilitar la adquisición de conocimientos y habilidades de mis alumnos es la idea con la que me quedo para pensar en el diseño instruccional y todo lo que de ello deviene.